El rosa es el color más usado en las habitaciones infantiles para niña. Lo cierto es que es un tono agradable que además puede combinar realmente bien con colores como el blanco, creando así un dormitorio de ensueño que toda niña querría tener.
A la hora de combinar las tonalidades rosa tenemos que tener cuidado. Abusar de ellas puede ser un problema, pues conseguiríamos que la habitación pareciera mucho más pequeña. Por este motivo, es interesante que estos colores se ciñan al textil o incluso a las paredes, dejando suelos y mobiliario reservados a otro color.
Podemos por ejemplo usar el blanco en los muebles, algo que nos permitirá cambiar en un futuro el textil renovando por completo la estancia. Además, para los suelos, materiales como la madera pueden aportar calidez y ser el compañero perfecto para este rosa llamativo.
Si bien es cierto que el rosa suele usarse en dormitorios de niña, tal como decíamos antes, también es posible decorar un dormitorio para adultos con este color. En este caso podremos mezclarlo con otros tonos como el morado o incluso el marrón. El chocolate es ideal para contrarrestar el rosa y crear un bonito equilibrio.
Podemos optar por una decoración neutra y ceñirnos a una única pared. Pintarla toda de rosa mientras que vestimos el mobiliario de blanco puede ser de lo más atractivo. Además, también podemos incluir algún vinilo decorativo en tonos blancos o incluso negros para que puedan romper con el rosa.
Por último, si nos gusta el rosa pero no nos sentimos cómodos con las habitaciones llenas de color, siempre podemos optar por un tono más pálido. Como vemos en la última foto, puede mezclarse con blanco en las paredes y aportar ciertas pinceladas en el textil, al mismo tiempo que el peso del color lo centramos en los negros y grises.
Fotos vía: decorativebedroom.com, dormitoriodecorado.blogspot.com.ar
