Si tenéis la suerte de contar con un jardín pero os incomodan las miradas de los demás, no os preocupéis. Existen infinidad de soluciones que lograrán daros un poco más de intimidad en este rincón de vuestro hogar.
Lo primero que tenemos que tener claro es que este jardín tiene que estar delimitado. Esto no es raro, todos los jardines cuentan con delimitaciones en forma de alambres que harán que nadie pueda entrar. Evidentemente por ahí nos pueden ver, así pues, podemos cubrir dicha separación con cañizo. Es una opción bastante rentable, pues aunque cubrirla con árboles y arbustos, como los cipreses, queda muy bien, el mantenimiento es muchísimo más caro. Si lo preferimos podemos optar por lonas, que sujetas, también cortarán el área de visión desde fuera.
Otra opción son las pérgolas y toldos. Si contamos con espacio suficiente, aunque el resto del jardín pueda ser visto desde determinados puntos, podemos crear un espacio reducido para comer, tomar el sol y tener jornadas agradables con familias y amigos. Esto se consigue con las pérgolas. Estas son bastante grandes, así pues no os olvidéis de medir el terreno.
Otra opción parecida son los toldos. Podemos hacer que un gran toldo sobresalga de la pared y tape la mayor parte de nuestro jardín. Un toldo extensible que podremos retirar en los días de lluvia y que nos dará muchísima más intimidad.
Estas son sólo algunas soluciones, pues también podemos contar por ejemplo con las celosías. Es un tipo de cerramiento que se coloca en las terrazas sobre el muro exterior. De esta forma impediremos la visión interior de nuestra terraza.
Dependiendo del espacio y las casas o fincas que tengamos cerca, existirán muchas soluciones que deberemos barajar. Lo más recomendable es acudir a una gran superficie especializada en muebles de exterior. Allí lograrán aconsejarnos mejor de los pros y contra de cada una de ellas.
Fotos vía: mulher, arqhys y decorainteriorismo