El blanco y el negro se asocian con la elegancia. Dos colores que resultan ideales para decorar espacios pequeños, pues aunque el negro no favorece en este tipo de habitaciones, mezclado con el blanco y colocado de manera estratégica puede dar mayor profundidad al mismo tiempo que otorga una elegancia perceptible visualmente.
Hoy queremos hablaros y mostraros como combinación de colores puede quedar ideal en un cuarto de baño. Estancia que, por norma general, suele ser bastante pequeña y poco iluminada de forma natural (aunque evidentemente hay excepciones).
El problema de la luz se soluciona con el color blanco. Ya sea pintando parte de las paredes, si no contamos con azulejos, o añadiendo un chapado en un blanco luminoso.
El negro nos puede ayudar de varias formas. Aunque muchas veces se suele usar en el suelo y algún zócalo en toda la pared, lo cierto es que nos dará mejor resultado si lo colocamos resaltando alguna esquina (por ejemplo la L de la ducha) o una pared entera (por ejemplo la frontal de la ducha).
Lo mejor de todo es la versatilidad de ambos colores. No pensemos que tan sólo podemos dar un aire minimalista a nuestro baño si los empleamos. No. Nada de eso. Lo cierto es que tras escoger el lugar en el que colocaremos el blanco y el negro nos queda la ardua tarea de completar el tapiz con los complementos de baño, y eso es más que interesante.
Es interesante debido a que dependiendo de los materiales y colores que añadamos podremos dar un aire más moderno o más retro a nuestro baño. Intentad escoger algunos objetos en materiales nobles como la madera, veréis y comprobareis que la estancia se hace mucho más cálida y más rustica.
También es interesante añadir notas de color con los textiles; y es que al estar toda la estancia en blanco y negro estas notas de color resaltarán muchísimos más que si hubiéramos empleado colores para el chapado de paredes y suelos.
Fotos vía: interiores.alterblogs, paperblog