Un rincón para planchar

Cualquiera que planche en casa sabe que al planchar la ropa todos los muebles de alrededor quedan con una especie de capa blanca que es lo más parecido a polvo acumulado de meses. Y no importa que acabes de limpiar, aparece. Por eso nuestras abuelas, que eran muy listas, siempre tenían un "sector de planchado" que ahora, por razones de espacio es un lujo que no siempre nos podemos permitir.

Por eso, ahora, el cuarto de la plancha a pasado a ser el rincón de plancha o la zona de plancha y lavado. Esté donde esté y lo llames como lo llames, es una buenísima idea que reserves un espacio propio para la colada y todos sus enseres. Puede que tengas espacio para hacerlo en una habitación independiente y puedas permitirte hacer una decoración especial.

Puedes darle la estética que más te parezca, pero no olvides dejar un sitio para que puedas colgar la ropa conforme vayas planchando, tener estanterías y espacio  de almacenaje a mano, junto con algunas bandejas grandes para después repartir la ropa por las habitaciones sin dar muchos paseos.

Si el espacio del que dispones es reducido, puedes optar por muebles multifuncionales, un mueble a medida o unas cortinas o estores ingeniosos que tapen algún hueco en el que tener la tabla de plancha, la plancha, alguna bandeja y perchas. Las cestas de fibras naturales en múltiples tamaños son muy socorridas y tienen diversas utilidades.

Lo importante es que haya un espacio propio, en el que planches cómodamente, con todos los útiles a mano y sin ensuciar innecesariamente otras habitaciones de la casa.

Un balcón cerrado, una parte de la cocina o en la habitación de costura. Busca un rincón para planchar y haz las tareas menos divertidas, al menos, con toda comodidad.

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