Parece que eso de reciclar está cada vez más de moda. Mezclar objetos antiguos con la decoración más moderna puede ser una excelente idea para dotar de personalidad a nuestro hogar.
Hoy os traemos una idea que realmente nos gusta, y mucho. Se trata del uso de las sillas en la decoración, pero lejos de ser sillas iguales, que sigan una misma línea, se trata de mezclar estilos diferentes en un mismo ambiente ¿Arriesgado? No. Divertido.
Para esta composición las opciones son muchísimas. Podemos por ejemplo acudir a una tienda de antigüedades o u rastro y adquirir sillas antiguas. Así, si tenemos buena mano, podremos restaurarlas nosotros mismos. La idea es darles colores y acabados distintos, así, además de tener estructuras distintas podremos acompañar esa diversidad con colores diferentes que den mayor dinamismo.
Otra opción es comprar las mismas sillas y pintarlas cada una de un color. Quizá no sea tan original como la otra opción, pero el fin, que es dar color y vida a la estancia, lo conseguiremos con creces.
Evidentemente está la opción de comprar sillas diferentes ya terminadas. Quizá sea lo más cómodo, pero para la gente que le gusta conseguir objetos y elementos únicos, quizá no sea una opción.
Lo mejor de esta solución decorativa es que no tenemos que seguir ninguna regla, no hay que buscar un nexo entre estas sillas, cuanto más dispares sean mejor quedará el conjunto. Simplemente tenemos que basarnos en nuestro propio criterio, si nos gustan o no, pero a nivel individual, pues el conjunto quedará bien de todas formas.
Cabe destacar que además es una solución que podemos emplear en diferentes estancias. Así, quedará igual de bien si nos atrevemos a poner las sillas en el comedor, o por el contrario queremos probar suerte con esta combinación en la cocina.