Las cocinas pequeñas pueden crearnos algún que otro problema a la hora de conseguir espacio de almacenaje. No importa que sea para almacenar menaje o libros de cocina, el caso es que los espacios reducidos son un reto para nuestras mentes. Afortunadamente, existen algunos consejos que pueden llegar a ser de muchísima utilidad.
Para empezar, si la cocina es pequeña y no deseamos crear una sensación de saturación, es recomendable dejar estantes abiertos. También son muy útiles los estantes de obra. De esta forma podremos colocar todos nuestros botes y utensilios de cocina de una forma práctica y vistosa.
En el mercado existen numerosos sistemas para colgar utensilios del techo o de las paredes. Lo cierto es que son realmente prácticos, pues usas una parte de la estancia que de otra forma no aprovecharías.
Los armarios altos, normalmente, y si no llegan hasta el techo, cuentan con un espacio superior. Este espacio es ideal para colocar todo tipo de objetos. Así, evitarás tenerlos encima de la encimera y podrás lucirlos de igual modo.
Podemos colocar una repisa encima de las ventanas para poder ubicar determinados objetos. Además, como en la foto, también se puede usar como un lugar de almacenaje para nuestras copas.
Los espacios de arriba de los muebles también pueden servir para guardar botellas, cestas o copas. El único inconveniente que podemos ver es que quizá no sea práctico a la hora de alcanzarlos de forma fácil. Pero un taburete puede ayudarnos.
Ante todo debemos tener en cuenta que la idea es intentar que nuestra cocina pequeña cuente con sensación de amplitud, por lo que el orden es esencial. Es mejor colocar las cosas de esta forma en vez de dejarlas dispersas por la bancada.
Fotos vía: decoralis.es, decorarinteriores.biz y decoralia.es
