Nos encantan las estancias coloridas, más aun cuando entramos en una época del año con tantos tonos y matices como la primavera (obviamente estamos hablando de quienes estén en el hemisferio norte). Decorar con color es todo un arte; y es que existen varias técnicas que podemos emplear a la hora de crear estancias y habitaciones vibrantes y llenas de colores.
Podemos, por ejemplo, usar los textiles para crear colores en nuestra habitación, ya sea un dormitorio, estudio, comedor e incluso baño. Es la manera más sencilla, evidentemente. Además, como los textiles podemos cambiarlos, podremos optar por colores más cálidos o fríos en otras estaciones del año. Sin duda una ventaja.
Otra opción es añadir colores en las paredes. Lo cierto es que puede ser una idea realmente divertida, pues podremos mezclar las tonalidades como queramos, componiendo así un tapiz completamente personalizado. Eso sí, intentad o bien que los colores sean complementarios, aunque si lo que queremos es representar un arco iris en todas nuestras paredes, también puede ser una opción diferente y divertida.
Si pasamos de las paredes por miedo a cansarnos, siempre podemos optar por la decoración de las mismas. Nos encanta esta imagen en la que han optado por añadir color a esta pared con diferentes marcos de fotos. Podemos extraer esta idea y hacer lo mismo con cuadros o láminas. El resultado será sin duda estupendo.
También podemos, evidentemente, añadir color a través de los muebles. Encontrar una vidriera con un potente color rosa o un agradable verde lima siempre será una sorpresa a la hora de entrar en una estancia. No obstante, si somos un poco más conservadores, siempre podemos optar por colores neutros, como el blanco, y aportar color a través de pequeñas pinceladas, ya sean cortinas, alfombras, jarrones, cuadros y un largo etcétera.
Como podéis ver el color se puede integrar en las estancias de una forma u otra, escogiendo desde la más radical hasta la más sutil.
Fotos vía: casa.abril.com.br, projectnursery.com