Antiguamente, los rincones de costura eran muy habituales en los hogares. Hablamos de una época en la que la mujer no estaba introducida en el mundo laboral. Una época en la que sus labores se ceñían a tener la casa limpia, la comida preparada y a coser y remendar ropa para su familia. Con el tiempo, estos santuarios del hilo y la aguja fueron olvidándose. Muchas mujeres preferían contar con la ayuda de una costurera, con el fin de poder conciliar su actividad laboral y su función de madre.
Afortunadamente, en la actualidad son muchas las mujeres, e incluso hombres, que aman la costura. Por este motivo, son muchos los que cuentan con un rincón de costura en su hogar. Si bien es cierto que ya no es tan típico encontrarlo, cuando lo hacemos, nos sentimos inmediatamente embriagados por el encanto que rezuman estos espacios; y es que un rincón de costura es un lugar muy especial.
La decoración de estos lugares suele ser bastante personal. Lo cierto es que muchos optan por crear rincones de costura con cierto aire romántico, evocando quizá una época pasada. Así, también son muchos los que gustan de los rincones de costura rústicos y sencillos o incluso basándose en una decoración puramente vintage.
Para decorar el rincón de costura, mucha gente opta por utilizar los mismos materiales de costura. Telas por las paredes, lazos y cintas e incluso bobinas de hilo. Además, también es interesante la decoración con objetos antiguos relacionados con la costura, como tijeras o viejas máquinas de coser.
Existen elementos recurrentes en la decoración, que además ayudan a las aficionadas a la costura en sus tareas. Por ejemplo, podemos optar por colocar un maniquí, algo que otorgará una personalidad incuestionable a nuestro rincón.
Por último, no olvidemos que el orden es esencial en este tipo de rincones. Por este motivo es interesante buscar un buen sistema de almacenaje, que nos permita encontrar en cada momento la herramienta de costura necesaria. Para ello, pueden funcionar muy bien las cajas o quizá un panel al más puro estilo bricolaje, en el que en vez de colgar el taladro y el martillo, coloquemos nuestras tijeras, agujas e hilos.