Radiadores integrados en la decoración

Seguro que más de uno cuenta en casa con estos antiestéticos pero necesarios aparatitos. Sí, se trata de los míticos radiadores. Elementos que hacen que estemos calientes durante el invierno, pero que también nos obligan a padecer su desagradable e inoportuna presencia durante el resto del año. Y este es el caso, estamos ya entrando al verano y seguramente no sabes qué hacer con tu radiador. Aquí van algunos consejos para integrarlos en la decoración.

Bueno, pues hoy precisamente os daremos algunas opciones para  suavizar un poco la estética de estos aparatos. Por un lado, siempre podemos optar por comprar diferentes cubre-radiadores. En cualquier tienda especializada podremos hacernos con uno de ellos.

No obstante, si lo que queremos es que realmente se integre este elemento con el resto de nuestra estancia quizá debamos optar por la siguiente opción. Pintemos toda la superficie del radiador del mismo color que la pared (lo ideal es que la pared no fuera de color blanco, así tiene más gracia).  Hay que elegir el mismo tono, pero siempre que sea pintura resistente al calor, de esa forma no vamos a tener ningún problema a la hora de fijar el color, ni se descascarará en invierno.

Cuando terminemos de pintar nuestro radiador, podemos tomar medidas de su ancho y cortar un tablero para ponerlo encima. Este puede tener el mismo color que el resto de los muebles, para darle así una integración total.

Como vemos en las fotos, la imaginación, como siempre, es la mejor opción. Miremos a nuestro alrededor y pensemos de qué forma divertida queremos integrar este elemento necesario de nuestro hogar.

Foto vía: decoralia.es

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