Durante estos últimos años hemos visto como el patchwork ha surgido como una de las técnicas de confección de moda. Es una técnica muy antigua, pero es ahora, en nuestros días, cuando ha conseguido enganchar a un sinfín de adeptos que ven en estos elementos un arte irresistibles para la decoración de sus hogares.
El patchwork es una técnica que se basa en la unión de pequeños retales de tejidos, todos ellos estampados y diferentes, con el único fin de crear una pieza de tela mucho más grande. Todos estos estampados pueden ser diferentes, tanto en color como en sus adornos. Así, no habrá problema a la hora de juntar retales a rayas, flores, estampados geométricos o topos. Todo vale. No obstante, tampoco hay problema si queremos seguir cualquier tipo de orden, por ejemplo escogiendo retales con los mismos tonos.
En las tiendas de telas hay secciones especiales para este tipo de trabajos, con un sinfín de telas diferentes entre las que elegir.
Si bien es cierto que principalmente se suele usar como edredón o manta, el mundo del Patchwork se extiende a un sinfín de complementos para el hogar. Podemos elaborar así asientos de sillas, cojines, tulipas e incluso cubrir una pared completa con estas creaciones a modo de tapiz.
Si tenemos niños en casa, con un poco de relleno y algunos retales, podremos elaborar nuestros propios muñecos de trapo. Estos juguetes encantarán a los niños, pero también ayudarán a completar la decoración de la habitación infantil.
Además, si contamos con grandes superficies, podemos buscar tejidos un poco más gruesos y resistentes y construir grandes y divertidas alfombras llenas de color. Este tipo de tejidos hará que nuestra casa cuente con un encanto especial con sabor a tradición.
Fotos via:bloompapers.com, portobellostreet.es