Escoge la cortina ideal para cada espacio

A simple vista, las cortinas no son más que telas que evitan el paso de la luz. En realidad, las cortinas sirven para muchos propósitos en la decoración. Ayudan a controlar la cantidad de luz del exterior, pero también ayudan a crear un ambiente, basada en el color que elijas y la tela que utilices. Unas cortinas de color claro pueden hacer que una habitación pequeña parezca más grande y más espaciosa, mientras que los tonos oscuros crean un ambiente cálido y acogedor, incluso en una habitación grande. En casa realizas muchas actividades, por lo tanto existen varios detalles a tener en cuenta para escoger la cortina ideal para cada espacio.

Para escoger las cortinas de cada una de las habitaciones existen dos consideraciones principales: la cantidad de luz que necesitas y el tamaño. Iluminación: Una ventana por donde entra la luz directa del sol significa que las cortinas van a estar recibiendo luz solar durante mucho tiempo del día, por lo tanto la tela no puede ser demasiado delicada pues se decoloraría con el sol. Del mismo modo, si la ventana en cuestión es muy iluminada y necesitas bajar la intensidad de la luz en determinadas ocasiones (para ver televisión sin que el sol rebote en la pantalla o para tomar una siesta)  también tendrías que elegir una tela gruesa y de color oscuro. Al mismo tiempo, el color de la cortina no debe ser tan oscuro que se destiña debido a la fuerte luz que entra por la ventana. Ahora, una cortina no debería bloquear totalmente la entrada de luz (a menos que, por supuesto, lo prefieras así). En mi opinión, es mejor escoger un color oscuro en una tela media que permita una iluminación balanceada pero no molesta.

Tamaño: el tamaño importa porque algunos estampados de cortinas o algunos colores a veces no se ven bien en las ventanas demasiado grandes o demasiado pequeñas. Una enorme ventana del techo al suelo, al estilo francés, no se ve bien adornada con una cortina de encaje. Sin embargo, es importante evaluar todo el espacio antes de dar reglas inamovibles al respecto. Una ventana pequeña exige un color claro, ligero, cortinas flotantes en lugar de cortinas pesadas y oscuras. El tamaño de la ventana también determinará el costo de la cortina. Esto puede ser un factor importante si estás optando por un material costoso. Mide muy bien y recuerda que la cortina debe quedar un poco holgada, nunca estirada o demasiado justa.

La sala de estar debe tener un toque alegre y acogedor al mismo. Debe estar bien ventilada, y tener suficiente luz para que no adquiera un aspecto lúgubre, aún en días lluviosos. Una solución para este espacio son las cortinas dobles: una muy ligera y delgada que deje pasar la luz y sobre ésta, otra de un color contrastante en un tejido un poco más denso.

En el dormitorio, las cortinas ser elegidas con sumo cuidado, pues deberían crear un ambiente propicio para dormir. Evita el uso de un color demasiado oscuro, pues crearán un ambiente cerrado y un poco claustrofóbico. No temas usar colores brillantes y si te decides por cortinas de encaje o semi transparentes, ten cuidado que no afecten tu privacidad.

Cocina: asegúrate de seleccionar el material adecuado. Muchas veces es preferible instalar persianas, pues  son fáciles de limpiar y no se manchan en caso de accidentes. Prefiere materiales no inflamables.

Es posible definir espacios dentro de una habitación y para ello las cortinas resultan muy útiles. Las cortinas de cuentas son ideales para esta tarea, lucen encantadoras y añaden un elemento interesante a la habitación, más casual o sofisticado, según el material. También pueden funcionar para separar espacios como la cocina y el comedor.

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