Decora a todo color

La decoración minimalista y las tendencias de monocolor siguen estando vigentes de cara a la estación que se avecina, sin embargo, las casas llenas de color nunca dejan de estar de moda.

Es bien sabido el influjo que los colores tienen en nuestro estado de ánimo y las posibilidades decorativas del color. La capacidad de ampliar o empequeñecer ambientes, de relajarnos o excitarnos.

Blanco: simboliza pureza, inocencia o serenidad. Es el color estrella en la decoración. Lo normal es usar un blanco roto, mezclándolo con una pizca de otro color y decorar combinando con ese color.

Azul: color de la calma, la tranquilidad o la frescura. Su complementario es el naranja. Existen muchos tonos de azul, pero combinarlos entre ellos genera un ambiente demasiado frío.

Verde: transmite frescura y vitalidad. La terapia cromática lo utiliza para la relajación. El complementario es el rojo. Combinado con algún pequeño elemento de color rojo crea un ambiente orgánico y acogedor.

Amarillo: denota felicidad, calor y prosperidad. Su complementario es el violeta. Es ideal para salas oscuras y frías, combinado con el blanco.

Rojo: es pasión, ira o calor. El verde es su complementario. Es un color del que no se debe abusar, en detalles, da sensación de calidez y dulzura. Es mejor para zonas oscuras y mágico a la luz de las velas.

Aprovechemos la experiencia de siglos en el uso del color para dar a nuestro hogar un ambiente alegre y divertido que no pierda el toque chic ni la elegancia que se imponen en todos los estilos.


Fuente: Decora con Ana

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