¿Cómo proteger eficazmente tu funda de sofá chaise longue?
La versatilidad del chaise longue permite que se cuele entre los sofás más utilizados en la actualidad, como complemento de los salones y salas de estar, genera un importante efecto decorativo, en simultáneo que brinda una amplia zona de asiento y espacio estratégico para almacenaje.
Si bien existen infinidad de tapizados y tejidos para escoger, hay una opción infalible con la que podemos mantenernos al día con las tendencias en decoración sin tener que gastar demasiado dinero: las fundas de sofá.
Además de renovar el estilo, tienen función protectora, sin embargo, no están exentas de sufrir desgaste, manchas y rozaduras, por lo que demandan cuidado especial que proteja el tejido y alargue su vida útil. En cualquier caso, si te interesa, debes visitar la tienda online Fundas Moderna y así hacerte con los diseños más espectaculares del momento.
Usar un Salvasofá
La funda de sofá poco a poco gana terreno entre los elementos decorativos y funcionales más demandados ya que ofrecen una solución completa y cobertura total. Cuidando de la correcta elección de sus medidas, queda perfectamente ajustada y no se mueve, llegando a compararse con la tapicería original.
La variedad de modelos responde a cualquier clase de formas y estilos de sofás chaise longue, tomando en cuenta la posición y tamaño del brazo. En este sentido, el salvasofá protege las zonas más expuestas al roce.
Asimismo, sirve de escudo estratégico en los lugares más vulnerables a las manchas. Debido a su rápida colocación, es perfecto para proteger al sofá en momentos puntuales o simplemente, dar un toque original al chaise longue ya que no esconde por completo el tejido original.
Comprar un foulard o multiuso
Los foulares representan la solución más fresca y ligera de proteger las fundas de sofá. No obstante, su punto fuerte se encuentra en la posibilidad de utilizarlos como plaids de sofá.
La versatilidad del plaid o multiusos se traduce en efectividad en el cuidado del mueble en ciertas situaciones concretas, aunque la gran mayoría apuesta por su uso para hacer más agradable el sofá durante el verano e invierno.
En el caso particular del chaise longue, la mejor parte de elegir un plaid es la oportunidad de dejarlo cerca para cuando se necesita, ya que ocupa poco espacio y no le resta estética al sofá.
Prevenir el deterioro
La fórmula exacta de cuidar la funda es prevenir su deterioro. Es por ello que vale la pena evitar exponer la tapicería a la luz solar directa; los rayos UV tienen efecto decolorante en función del tipo de textil.
Considerando que algunos textiles son sensibles al calor, el sofá debe ir situado lo más lejos posible de los radiadores y calefacciones.
Limpiar según el fabricante
Antes de limpiar la funda, es necesario tomarse el tiempo para leer la etiqueta, por lo general, es ahí donde se encuentran las indicaciones de lavado y limpieza que ofrece el fabricante. Estas instrucciones sirven de guía para determinar si lavar en seco o si su tapicería es acorde para la limpieza a máquina.
En el supuesto caso de no encontrar la información, la forma ideal de evitar que la funda se deteriore es verificar que sea lavable. Para ello, basta con humedecer un poco una zona no visible y colocar sobre esta un paño de algodón blanco seco; seguidamente, pasar la plancha caliente y ejercer un poco de presión.
De acuerdo al método, si el algodón presenta rastros de color implica que los colores de la funda no son sólidos y destiñen, por lo que conviene no mojarla.
Los modelos de fundas no lavables se pueden aspirar una vez a la semana, cuidando de alcanzar muy bien los huecos, rincones y áreas de los brazos, sitios en los que, al igual que en los cojines, suele acumularse el polvo y los pelos de las mascotas.
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