Es bastante frecuente encontrar en las casas actuales un baño en la habitación principal. Así, nuestros invitados disfrutarán de un aseo mientras que nosotros tendremos la intimidad de un cuarto de baño en nuestra alcoba.
Lo cierto es que esta tendencia ha dado lugar a soluciones bastante llamativas. Y es que en ese afán de unificar los dos espacios más privados de la casa, la utilización de las paredes de cristal están siendo una constante cada vez más usada.
Nadie puede negar la clase que transmiten estas paredes o muros de cristal, ya sea en una parte en concreto o en la totalidad del baño. Además, es una solución muy buena para aportar luz a esos baños que suelen dar al interior de los edificios.
Por otro lado, las paredes de cristales usadas en los baños de alcoba multiplicarán nuestro espacio al ojo humano. Al no encontrar fronteras físicas, nuestros ojos percibirán de una forma más amplia la totalidad de la habitación.
También se puede optar por colocar algún tipo de cortina que pueda ser retirada a nuestro antojo para no restar privacidad a la estancia del baño.
Evidentemente todo tiene algún pero, y quizá en esto sea la limpieza constante de los cristales. Muchos pueden pensar que no es tarea difícil. No, limpiar un cristal no es difícil, pero 3 o 4 paredes de cristal desde el techo al suelo quizá sea un poco más complicado. Eso sí, el resultado merece la pena.
