Los espacios de trabajo dentro de casa no tienen por qué ser severos, clásicos, formales ni aburridos. Tampoco tienen por qué ser un caos o romper con la estética de tu hogar. En muchas ocasiones, un pequeño rincón de trabajo puede ayudarte a crear ambiente, a dividir espacios con otros usos, o aligerar el peso visual del resto de la estancia.
Para ello, pon en práctica los trucos de decoración para rincones de trabajo que ya te hemos contado en otras ocasiones, como buscar espacios de almacenamiento (cajas, cajones, un baúl, por ejemplo), un punto de luz que pueda enfocarse (como un flexo o una luz graduable), y un tablero donde dejar anotaciones, una pizarra o un papel vinílico en el que poder escribir, y una alfombra. No necesitarás nada más. Bueno, una mesa y un asiento, claro.
Tampoco tienes que creer que el lugar para el trabajo tiene que ser necesariamente un espacio compartido dentro de otra estancia. Si hay una habitación «de sobra» , siempre puedes hacer un gran espacio de trabajo en el que estén las computadoras, las mesas de estudio de tus hijos, un rincón para el papeleo y múltiple espacio para almacenar.
Los cables, los papeles, las pantallas, los libros, todo puede quedar recogido en un perfecto orden o desorden y con un toque de color en los accesorios de papelería, en los de oficina, o en los textiles, te harán trabajar rodeada de color, lo que aumentará tu energía positiva, mejorará el ambiente de tu hogar y será un éxito decorativo absoluto.
Fuente: ThebooandTheBoy, DigsDigs, Apartmentherapy
