Las tonalidades empleadas en la cocina siempre son un quebradero de cabeza. ¿Me cansaré de este tono dentro de un par de años? ¿Combinará bien este color con este otro? Lo cierto es que teniendo en cuenta la importancia de las cocinas actuales en el hogar, es un tema a tratar bastante importante. Hoy queremos proponeros un color concreto que igual a muchos os puede llegar a sorprender, el gris.
Normalmente, el gris se asocia con estancias frías y apagadas. No obstante, no es del todo cierto. El color gris es neutro, sí. También un poco frío, pero es sinónimo de elegancia. Además cuentan con una gran versatilidad; y es que estas tonalidades pueden amoldarse perfectamente a otros colores. No sólo eso. El gris puede combinar perfectamente con distintos materiales, como la madera, el hierro o el acero, algo que podrá incrementar sin problema su calidez.
Lo bueno del gris es que es capaz de adaptarse sin problemas a diferentes ambientes. No importa que nuestra cocina sea moderna, es una buena opción para ambientes minimalistas. Pero además, si por el contrario nos gustan los muebles más tradicionales, su elegancia natural quedará realmente bien con este tipo de cocinas. Así independientemente de si el diseño es clásico o moderno y vanguardista, estaremos acertando en su elección.
Usar el blanco junto al gris puede dar resultados realmente sorprendentes; y es que el gris es capaz de aumentar la luminosidad de este color tan puro. No obstante, si por el contrario nos gustan los ambientes con un poco de dinamismo y vida, quedaremos completamente encantados con la combinación con colores como el verde, amarillo, naranja, rosa e incluso rojo. En este punto no importa donde usemos los unos y los otros, podría tratarse de un mobiliario en rosa y una pared gris, o un mobiliario gris y elementos decorativos naranjas, por ejemplo.
Lo mejor de todo es que crea una atmosfera muy tranquila, y además, es un color completamente atemporal.
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