Sillones clásicos vs sillones modernos

Los sillones son piezas realmente interesantes para la decoración de nuestro hogar. Evidentemente un sillón no es un sofá, hasta ahí todos llegamos. No obstante, si bien es cierto que la funcionalidad disminuye al ser más pequeño, no podemos negar que la calidez aumenta, pues se perfilan como pequeñas piezas con personalidad que pueden completar la decoración de nuestro comedor o salón.

A la hora de comprar un sillón encontraremos un sinfín de opciones diferentes, telas, formas, tamaños, materiales, estampados... No obstante, quizá la clasificación más esencial es la de sillones clásicos y sillones modernos.

Seguro que todos tenemos en mente el típico sillón orejero, un modelo que no pasa de moda. Pero además, también encontramos muchísimas butacas con formas un tanto extrañas y divertidas realizadas a base de estampados de lo más frescos. Precisamente es aquí donde encontramos el primer dilema: ¿Clásico o moderno?

Evidentemente la decoración de nuestro hogar tendrá muchísimo que ver. No obstante, como muchos sabéis, existen determinados estilos decorativos en los que mezclar lo nuevo y lo moderno está permitido. Por tanto, hay veces que la decoración de nuestra estancia no será una clave exacta para elegir.

Lo primero que tenemos que hacer es cuestionarnos algo bastante importante: ¿Mi sillón debe ser confortable? Quizá en vez de un mueble cómodo busquemos un mueble con diseño. La cosa cambia bastante, y si tenemos claro esto, quizá la elección se simplifique.

Los muebles más clásicos pueden ser muy cómodos. Es una apuesta segura en cuanto a diseño y materiales. No obstante, no podemos negar que hay muchos modelos actuales que se fabrican con el único fin de facilitar el descanso del usuario. Si eso después, ya los hacemos bonitos. Probarlos será determinante. Si estamos entre dos modelos, esta es sin duda la prueba de fuego.

También es verdad que los sillones clásicos, por norma general, encajarán mejor en los ambientes. Una decoración moderna siempre es susceptible de encajar mejor una pieza clásica. No obstante, un ambiente más clásico tendrá un poco más de reparo a la hora de acoger una butaca con formas raras y extravagantes.

Sea como sea, lo importante es el amor a primera vista. Si un día descubrimos el sillón de nuestros sueños y experimentamos ese flechazo difícil de explicar, lánzate, no lo pienses. Veas los sillones que veas tras esa experiencia, ninguno será lo suficientemente bueno para ti y tu salón.

Fotos vía:  www.fama.es,  www.valenti.es y www.casadesus.net