Aunque sabemos muy bien que el estilo nórdico o escandinavo ha llenado hogares de maravillosas decoraciones en blanco, también es cierto que no siempre queremos ni nos atrevemos a una casa que puede resultar fría y, si hay niños corriendo por ella, poco funcional. Por eso hoy queremos ofrecerte claves para llenar tu living de color sin por ello perder el estilo que tanto te gusta.
El color siempre es una buena idea para decorar una sala de estar, pues es el lugar de reunión familiar, donde se pasa tiempo con amigos, donde a veces leemos o nos relajamos a solas. Por ello sería buena idea darle alegría con colores vibrantes y cálidos para proporcionarle, al mismo tiempo, energía positiva muy estimulantes.
No es difícil hacer que el salón sea luminoso y colorido. Podemos valernos de muebles y accesorios decorativos tales como papel pintado, textiles, alfombras y tantos otros otros objetos que puedan aportarle a tu estancia ese toque de color que buscas.
Incluso en una decoración minimalista, uno o dos objetos en colores fuertes, intensos o brillantes son suficientes para hacer una declaración de intenciones coloridas en una habitación donde las paredes son de color neutro. Hay que dejarse llevar por la energía de nuestro hogar, por la intensidad que queremos conseguir, con un poco de cuidado de no caer en excesos que hagan de nuestro living un lugar en extremo abigarrado o poco confortable.
Trata de conseguir contrastes, luminosidad, ya sea a través de luz natural o jugando estratégicamente con la iluminación artificial en techo, paredes o con lamparas de pie. Pintar una pared en en otro color es un muy buen recurso, como así también las paredes a rayas. Y a no olvidar las alfombras, esas viejas conocidas. Cualquier elemento será bueno para lograr tu cometido y estas fotos son prueba de ello.
Fuentes: DigsDigs