El jardín zen ya hace tiempo que ha llegado a occidente, y nos ha traído consigo, paz y armonía.
Originalmente conocidos en Japón como karesansui son jardines secos que se empleaban antiguamente en los templos con fines de meditación, y lograr asi equilibrio y relax.
Estos pequeños jardines pueden hallarse en casas, restaurantes y posadas. Los jardines Zen se componen de simples rocas y arena rastrillada, y a veces alguna hierba, todos elementos de la naturaleza, lo que nos permite recrear un espacio de relajación y belleza y a la vez adquirir un momento de tranquilidad tras la vorágine del ajetreo cotidiano.
La arena rastrillada (que puede tener diferentes trazos) indica la figura del mar. En torno a las rocas se forman anillos, como si estas formaran ondulaciones en el agua. En el resto del jardín se rastrilla en paralelo a la plataforma que le da sus cimientos.
Hoy en día, podemos adquirir estos jardines zen a pequeña escala en muchas tiendas especializadas, e incluso por internet, dónde también encontraremos consejos para poder armarlo nosotros mismos. En el caso de estos pequeños jardines recomendamos colocarlos en un sitio tranquilo, como por ejemplo en la mesa de noche, para que asi, como dicen los meditadores nos transmita su energía.
Vía: Innatia