Tener un pequeño (o gran) balcón o terraza, si se sabe aprovechar el espacio y se lo hace funcional, puede tener un gran impacto positivo en viviendas con pocos metros cuadrados. Estos espacios siempre están asociados al relax, al descanso, un poco de sol, un espacio para compartir o aislarte, unas plantas a las que cuidar, ver el mundo desde lejos como si no fuéramos parte de él.
Cada persona encontrará un modo diferente para disfrutar de esa terraza o balcón pero todo depende, sobre todo, de las soluciones decorativas que adoptemos. Bien resuelto, puede convertirse en un espacio más de la casa, vivido, decorado, aprovechable y cómodo tanto en verano como en invierno.
Cuando el espacio y el diseño del balcón o terraza lo permite, unos bancos de obra o madera tratada que queden huecos, te servirán de área de asiento a la que puedes añadir unos cojines para mayor comodidad y que después sea el lugar para almacenarlos, junto con otros elementos decorativos de la terraza. Parasoles, pérgolas, sombrillas o incluso unas cortinas mosquiteras puestas a modo de toldo, velas e iluminación indirecta pueden hacer el espacio perfecto. Puedes incluso dar un toque vintage con elementos retro.
Imprescindible, al menos, una mesa o mesita y algo de asiento, según el espacio de que dispongas puede ir desde una tumbona o chaise longue a una simple mesa y sillas de forja o algún material ligero. Y no olvidarse de los muebles reciclados como por ejemplo los hechos con palets tratados, que para la intemperie pueden ser también una solución super decorativa.
Añade plantas y procura que sean de las que resisten las temperaturas o el clima de tu ciudad durante todo el año, o ten la precaución de protegerlas para que crezcan y embellezcan tu terraza año tras año. Estarás fuera, pero te sentirás como en casa.
