Durante el verano, nuestra casa cambia. Si en otras estaciones, como el invierno, lo llenamos de mantas, alfombras e incluso decoración navideña, durante la temporada estival intentaremos que los ambientes parezcan mucho más simples y refrescantes. Más espaciosos, con menos agobios. Además, los complementos textiles irán buscando colores más llamativos, más propios del verano.
En este punto, hay que hablar de los cuadros. Si bien es cierto que no todo el mundo tiene por costumbre cambiarlos, resulta una idea excelente para dar un toque más veraniego a las estancias; y es que existen infinidad de opciones que nos mostrarán obras de arte con colores que inspiran verano. Cuadros con tonos claros y vivos, que seguramente durante otra estación del año no nos dirían nada.
Buscaremos cuadros con líneas limpias, mucho menos toscos y elaborados que los que se usan en las decoraciones de invierno. Así, podría ser una excelente idea buscar un cuadro realizado con técnicas de acuarela o incluso láminas con ilustraciones llamativas.
Si estas piezas recuerdan motivos veraniegos serán ideales. Aunque no es algo totalmente necesario, pues buscar algo concreto siempre dificulta las cosas. Pensemos en playa, mar y montaña, cosas que nos inspiren y nos den la solución para encontrar el paisaje u objeto perfecto.
Lo bueno es que existen infinidad de grandes superficies que han conseguido sacar al mercado un gran catálogo de cuadros bastante económicos. Cuadros que se hacen en serie y que no serán muy caros. Evidentemente, si queremos algo más exclusivo tendremos que dejarnos un poco más de dinero. Aun así, no nos olvidemos que lo importante es hacer que nuestra casa luzca con otro aspecto al que acostumbra durante los meses de invierno.