Un pasillo sin salida, el hueco de la escalera o hasta un armario pueden encerrar un potencial sorprendente, pues pueden convertirse en una pequeña oficina. Con el mobiliario adecuado, una estrategia de organización, y unos pocos toques de estilo, cualquier área puede llegar a ser funcional y atractiva.
1. Un mueble tipo secretaire puede ayudarte a convertir ese rincón en una oficina, pues proporcionaría suficiente espacio de trabajo, lugar de almacenaje e incluso cuando no esté en uso, ese mueble proporcionará un punto focal muy necesario al final de un pasillo. Sólo necesitarías tener una silla plegable o ligera a mano.
2. Cuida la iluminación: si no tienes ventanas cerca, entonces necesitarás una lámpara auxiliar además de la luz principal, recuerda que por tu salud necesitas la mayor cantidad de luz posible para actividades como leer y escribir.
3. Espacio de almacenamiento: instala repisas flotantes para colocar todas esas cosas que puedes necesitar en tu pequeña oficina, desde la impresora, hasta carpetas y papeles. No olvides colocar detalles decorativos, esculturas, objetos de colección o lo que desees para personalizarlo.
4. Busca una mesilla o escritorio proporcional al espacio, es decir, que no sea demasiado voluminoso. Si consigues alguna mesa abatible, sería ideal. Aprovecha el espacio de abajo para colocar archivadores y otros elementos.
5. Busca la silla ideal: esto depende de tu gusto y de si debes guardarla o puedes dejarla alli todo el tiempo. En caso de que debas ocultar la silla, una ligera y plegable sería perfecta.
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