No hay nada que nos guste más que la decoración que da personalidad a las estancias. Si buscamos algo diferente, romper con lo clásico y añadir un toque personal a nuestro comedor ¿por qué no apostamos por sillas diferentes?
Decorar con sillas de diferentes colores es una práctica que gusta cada vez más y que muchas personas llevan a la práctica. Gracias a esta elección, conseguiremos aportar mayor dinamismo a la estancia, creando diferentes puntos de interés en la sala.
Este tipo de técnica puede quedar realmente bien en comedores más pequeños. En esos en los que no se arriesga con una paleta de color fuerte en las paredes por miedo a que, naturalmente, nuestro espacio se vea reducido visualmente. Así, cuando las paredes estén pintadas en tonos neutros, las sillas de diferentes colores, ya sean colores pastel o más vivos, pueden ser un toque dinámico de lo más inteligente.
Si bien es cierto que en los comedores pequeños puede ser un acierto, en los más grandes también; y es que si sabemos jugar con las texturas y los colores del resto de la decoración, lograremos que ese conjunto de sillas llenen por completo la estancia aportando, además de comodidad a la hora de sentarnos a la mesa, un plus decorativo evidente.
Los hay quienes buscan sillas del mismo modelo con colores diferentes, una opción aceptable y que tiene resultados interesantes. No obstante, hay que decir que mezclar diferentes modelos de sillas con diferentes colores puede dar como resultado un ambiente de lo más inusual. Una forma más transgresora de combinación que, sin duda alguna, conseguirá sacar el mayor partido a nuestro comedor.
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Fotos vía: kenayhome.com, apartmenttherapy.com