Siempre he sentido cierta resistencia a pintar las paredes de mi hogar utilizando colores neutros, pues me parecían un tanto tristes y aburridos. Sin embargo, he descubierto que este tipo de tonos son capaces de crear por si solos un ambiente relajado y pacífico. Los colores neutros, inspirados en la naturaleza son ideales si pretendes convertir tu casa en un santuario donde la paz y la calma reinen por doquier. ¿Aburridos? Sólo si no los combinas adecuadamente con detalles en la decoración que otorguen carácter y personalidad al espacio. Sumérgete en un mar de paz utilizando estas paletas de colores.
Si deseas una habitación fresca y luminosa, entonces inspírate en el mar y la suave brisa de las costas. Colores como el azul claro, el verde agua combinados con blanco harán su trabajo llenando de luz la estancia. Combínalo con materiales naturales y ligeros, como el bambú y telas como el lino y el algodón para complementar.
¿Prefieres la calma de un paseo en el bosque? Entonces colores como el verde musgo, palo de rosa y beige serán los adecuados. Busca una iluminación cálida y muebles blancos que recuerden las nubes. Esta combinación resulta perfecta para la habitación de un bebé.
Si deseas un look un poco más contemporáneo, entonces prueba combinar el gris pizarra, blancos y negros. Con un mobiliario de líneas sencillas y pocos accesorios será suficiente para recrear un ambiente minimalista, chic, pero lleno de calma y relax.
El gris pardo (taupe), ese que parece casi color café, es otro color muy presente en la naturaleza y que luce fantástico, sobrio, pero muy cálido y acogedor. Como es un tono bastante fuerte, vale la pena combinarlo con beige, marfil y blanco para mejores resultados.
Imágenes: Materiadesign