Nos encantan las casas llenas de color; y es que el color puede conseguir que nuestro hogar se convierta en un lugar divertido y único. Hoy nos centramos en las cocinas con mucho color, una opción para los más valientes, amantes de la alegría y los ambientes diferentes.
Podemos añadir color a nuestra cocina de diferentes formas. Por ejemplo, a través del menaje. Así, para esta opción, tendremos que optar porestanterías descubiertas, en las que se puedan ver todos los colores con los que todos los días ponemos nuestra mesa.
Otra opción es añadir color a las paredes. Para ello, podemos pintar de diferentes tonalidades cada una de las paredes de nuestra cocina. En el siguiente ejemplo vemos como han usado los colores neón; y es que estos están totalmente de moda en la actualidad.
Si somos más clásicos pero no queremos prescindir del color, podemos dar ciertas notas con elementos como las sillas o colocando algún que otro jarrón con flores multicolor. No será tan evidente, pero lo cierto es que también crea rincones mágicos. Hemos visto algunos ejemplos al respecto en nuestro artículo «Comedores con sillas diferentes«
Podemos optar por muebles de colores, muebles antiguos restaurados que den un poco de originalidad y personalidad a nuestra cocina. Para ello, tan sólo hay que lijar y pintar. Una tarea fácil que puede hacer cualquiera.
También podemos optar por cocinas ya fabricadas con color. En el mercado existe un sinfín de modelos diferentes entre los que podremos elegir, desde verdes pálidos hasta rojo pasión.
Y si somos más de amantes de los muebles de cocina blancos, no hay problema alguno. Siempre podremos añadir nuestras particulares notas de color con los trapos de cocina y otros objetos puntuales, muy al estilo nórdico, en el que el blanco es el centro pero siempre se añaden pinceladas de color. Aunque sean tímidas.
Fotos vía: designsponge.com, harligthemma.blogspot.nl, casachaucha.com.ar