En un dormitorio existen algunos elementos que son casi completamente imprescindibles. Además de la cama, algo evidente, un armario es un complemento del que pocos podemos prescindir. Un buen lugar para guardar nuestra ropa, y además, también un elemento que, gracias a los fabricantes de hoy, se ha convertido en otra pieza clave de la decoración del dormitorio.
Los armarios pueden ir con frentes de colores, de madera o de espejos. Quizá la última opción sea una de las más interesantes, pues los espejos suponen otro tipo de elemento útil para la decoración de una estancia. Gracias a ellos podremos ampliar visualmente, sin mucho esfuerzo, las dimensiones de nuestra habitación. Además, mirarse en un espejo después de vestirse suele ser una manía que muchos tenemos.
Con la unión de espejos y armarios surge un nuevo elemento que aportará mucha luz y diversión a nuestro dormitorio. Sobre todo, si optamos por colocar espejos que no sean convencionales. ¿Habéis pensado alguna vez en los espejos redondos para el frente de un armario?
Quizá estos espejos redondos no sean tan prácticos, pues siempre habrá alguna zona del cuerpo difícil de ver. No obstante, si juntamos varios de diferentes tamaños, podremos ir pasando por ellos para poder vernos poco a poco. ¿La ventaja? Que hará que nuestra decoración sea mucho más moderna y divertida. Además, si queremos poner espejos redondos por fuera, siempre nos queda la parte interior del armario. Si no son puertas correderas, en el interior también se pueden poner espejos para que cuando los abramos podamos vernos.
Como podéis ver en las fotos, el resultado es realmente interesante. Un elemento decorativo con muchísimo estilo, aires minimalistas y todo ello guardando aspectos esenciales como la amplitud visual de los tradicionales espejos.
Fotos vía: voltan