Muebles clásicos: Sofá Chesterfield

Seguramente has visto uno de estos sofás en la casa de tu abuelita, o tal vez tienes uno en casa y has pensado en deshacerte de él. Antes de tirarlo a la basura, piénsalo dos veces, pues los sofás Chesterfields son clásicos, llenos de estilo y son por si solos, piezas interesantes de decoración capaces de otorgar un distinguido aire retro a tu salón.

Muebles clásicos: Sofá Chesterfield

Mucha gente cree que los Sofás Chesterfield toman su nombre del pueblo inglés del mismo nombre. Se cree que Philippe Stanhope, el 4to Conde de Chesterfield encargó el primer sofá de piel, aunque no hay pruebas al respecto, pero es indudable que esta pieza de mobiliario exuda historia.

Los sofás Chesterfield son similares en cuanto a construcción y estilo a los sofás settee, pero son más grandes y lujosos.

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 Su primera aparición data del siglo XVIII al XIX. Su característica principal es su tapizado en piel, tachonado con botones que crean una textura particular y sus asientos de base baja. Son fácilmente reconocidos porque los brazos y espaldar están a la misma altura. Esto contrasta con los sofás victorianos, caracterizados por molduras y grabados y sus patas curvas; aunque ambos fueron diseñados para la clase alta de la época.

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El sofá Chesterfield fue una de las primeras piezas de mobiliario completamente tapizadas. Aunque los sofás de este estilo son tradicionalmente asociados al cuero, los victorianos solían fabricarlos en terciopelo y otros materiales ricos, que aumentaban su comodidad inherente. Durante la década de los años treinta, este estilo de sofá se fue popularizando entre las clases medias y altas.

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Hoy en día, el sofá Chesterfield sigue siendo una pieza de lujo, pero tan popular que es posible encontrarlo en diferentes materiales, colores y tamaños. Desde sofás de dos y tres plazas, hasta butacas y muebles modulares, para las esquinas. Su construcción interna sigue siendo de madera sólida y su diseño sigue garantizando la comodidad y durabilidad. Su diseño, si bien puede resultar un poco severo, es más versátil de lo que aparenta: un Chesterfield será tan adecuado en una estancia de decoración clásica como en una moderna ecléctica; sobre todo si sabes jugar con los colores y materiales de su acabado.

Imágenes: mariakillam.comapartmenttherapy.comoverstock.com

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